Lo curioso del tema es que la calle era muy transitada y en ese mismo instante por esa avenida circulaban varias personas y carruajes, sin embargo la gente pasaba demasiado rápido como para poder aparecer en la imagen. Excepto nuestro misterioso personaje que se quedó quieto el tiempo suficiente como para impresionar la fotografía para los 10 minutos de exposición que Louis había configurado. Se sospecha que pagó al limpiabotas y a la persona que aparece frente a él para que se quedaran quietos el tiempo suficiente para salir en la foto
