Prefiero cabalgar sobre ellos, mis amigos, y derretirme en su vaivén eterno mientras las olas nos hacen cosquillas en los pies. Prefiero cualquiera de sus caricias que la mejor que se me ofrezca, prefiero fundirme en la noche acompañada de uno solo de ellos, que verme rodeada de unos brazos que nunca podrán sujetarme... Preferiría no preferir, y sin embargo..