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Preguntas en el caos...

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Preguntas en el caos...

Notapor Enreda » 03 Jun 2012 15:12

Me siento aquí en Versalles, en uno de esos sillones presidenciales que tan bien me sientan, a tejer nuevos pensamientos con el hilo de una madeja eterna que guardo en mi interior. Mientras muevo las manos estreno espacio y trato por todos los medios de centrarme en una única idea para que no se me escape ningún punto, es mi primera prenda en este rincón y debe tener la medida justa. Repaso la semana anterior llena de sensaciones contradictorias, calma frente a tormenta, silencio frente a ruido atronador, sensación de culpa frente a la seguridad de haber hecho lo correcto, sueño acompañado de un desvelo impertinente que me enfrenta a horas que llenar porque el reloj nunca avanza de madrugada... Un caos que organizar mientras tejo incansable una palabra a otra, así, muy seguidas por aquello de no encontrarme ningún agujero indeseado. Reflexiono respecto a todo, rostros, tonos, gestos, miradas, ausencias, presencias, letras que no entiendo pese a ser las mismas que manejo yo, y cien preguntas en el aire a las que nadie puede responder, quizás porque se formulen de manera equivocada, quizás porque no sean buenos tiempos para la verdad, pero no cualquier verdad, tenemos tendencia a pensar que la verdad no es absoluta, que hay una por cada persona y momento, pero discrepo, hoy discrepo de todo, al final, si se tienen todos y cada uno de los distintos elementos que la componen, sí existe una única y cierta verdad, al margen de tiempos y a quién pertenezca.

En mi mundo, últimamente, existen más verdades por instante que células tenemos en el organismo, y llega un momento que resulta imposible colocarlas de manera tal que, sumadas, resulten la absoluta. No me preocuparía mucho si no fuera por la tenaz defensa que cada persona hace de la suya, y luego estoy yo, aquí en mi rincón, inamovible en la marea, guardándome la mía para no incrementar el caos. Y mientras pienso en todo ello, en verdades y realidades, cuestionándome ya que no es lo mismo, quién me hubiera dicho, sigo tejiendo ya sólo en mi mente, y entonces me pregunto...

Y tú, tejedora de tu propia verdad al abrigo de la sombra... ¿Qué te preguntas tú?
Enreda
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Re: EL JARDIN DE SU VIDA SUSPENDIDO EN EL CIELO POR BARROTES

Notapor maka » 04 Jun 2012 18:18

el jardín de su vida, suspendido en el cielo por barrotes,
el alba, como un insecto clavado en el espacio,
de nuevo, el enorme trazo del temblor oscuro
se acercó por fin clavando la mirada el furioso Erebo,
aunque, un canto de musas se eleva y arrasa la fragua de sus pesares,
perturbando el balcón donde errante se asoma,


nunca, nunca se rinda, el sol, planifica soledades de amarantos y jazmines,
de emociones y sortilegios en el gris aliento del misterio,
su sonrisa, su ternura, dibujarán estrellas perennes en el cielo
con figuras danzando frenéticas delante de semillas ya maduras,
renaciendo la sonrisa del novilunio con pinceladas de luna llena,

la rodeamos, con amor y dedicación, la protegemos,
los demás haciendo coro, lo que podemos amiga del alma,
nos debe su vida, viva, para seguir leyéndola, para seguir queriéndola,
para siempre poder admirarla ante la careta del tiempo,
hasta que un roce, tenue pero placentero, susurre desde su ausencia,
Se acabaron tus cuitas ¡estás libre! Viva feliz
hasta sus viejas y crueles espinas le sabrán a vida.

maka
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Aburrimiento indefinido...

Notapor Enreda » 05 Jun 2012 08:55

Observo el entorno con la mirada limpia de pensamientos. Simplemente deslizo mis ojos por personas y situaciones conocidas o novedosas, y tengo la misma sensación de ciclo que percibo cuando reflexiono sobre la historia, sobre las amistades o sobre el lento movimento de los caracoles. Gente que va y viene y por el camino imagino que se entretiene, situaciones que cada cierto tiempo se repiten no sólo porque las mismas personas se comportan de forma calcada a hace tiempo, sino porque incluso otras diferentes repiten patrones aún sin saberlo. El alma humana deja poco espacio a la sorpresa.

Y eso me lleva a pensar en mí misma, y de la misma manera me pregunto si acaso no seré yo igual de cíclica, igual de previsible, igual de aburrida... Creo que al final esa es la sensación que impera en mí en días como hoy, aburrimiento en ver una y otra vez la misma película, en ser protagonista de la propia haciendo un mismo papel, consciente o no, como una de esas actrices a la que no le dieran otros personajes diferentes al que una vez le hizo conocer la fama. Aburrirse del entorno suele pasarle a todo el mundo cada cierto tiempo, pero aburrirse de una misma es más grave, porque no puedes cambiarte de lugar, de zona o de instante.

Acompañarte durante todo el día tiene sus pros, sí, nunca estás sola, nunca llegas a estar del todo desvalida porque siempre tendrás tu propia mano para tenderte y bla, bla, bla. Pero la contra más inmediata y más repetida en el tiempo es que no te consigues sorprender incluso haciendo cosas que jamás habías hecho antes...¿No?, piensas, y sí, sí las habías hecho pero lo olvidaste, y entonces te abates y te miras de soslayo y te reprochas no ser más original. ¿Se puede ser original para ti misma? Me lo pregunto y repaso pasados, incluso me voy a otras vidas que viví para investigar, y concluyo que no, que haga lo que haga me encajará en otro momento, en otra situación, en otra de las personas que fui... Y ese es el instante en que me tumbo en algún lugar de Versalles, miro al techo, suspiro, y entonces me pregunto...
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Las siete lágrimas, cuento muy antiguo para reflexionar

Notapor maka » 05 Jun 2012 18:42

Lágrimas atribuídas a un viejo negro que fue esclavo en Brasil, “preto velho” están en portugués y son muy antiguas.

En un costado de un “terreiro”, sentado sobre un banquito y fumando de su pipa un triste Preto lloraba. De sus ojos húmedos siete lágrimas caen por su mejilla, me acerque y le pregunte porqué lloraba. El suavemente respondió, es por la gente que entra y sale de este “terreiro”, las lagrimas que cuentas, están dedicadas a cada uno de ellos.

La primera la dí a los indiferentes que vienen aquí en busca de distracción, para salir ironizando sobre aquello que sus mentes obnubiladas no pueden concebir.
La segunda a los eternos indecisos que creen, sin creer, en la expectativa de un milagro que los haga alcanzar aquello que sus propios meritos les niega.
La tercera la vertí por los malos, aquellos que llegan en busca de venganza o para perjudicar a sus semejantes.
La cuarta a los fríos y calculadores que conocen la existencia de una fuerza espiritual y buscan beneficiarse de ella de cualquier forma y no conocen la palabra gratitud.
La quinta llega suave, tiene la risa, el elogio a flor de labio pero si mirases bien su semblante, veras escrito…. pero únicamente si me curas a mi de esto o aquello…..
La sexta, la di a los banales, que van de “terreiro en terreiro” sin creer en nada, en busca del halago fácil .
La séptima la di a los médiums que son vanidosos, a los que solo aparecen los días de fiesta y faltan a las doctrinas . A los que se olvidan de los hermanos que precisan
caridad y de tantas criaturas que precisan amparo material y espiritual.

Me pregunto, querida amiga.
Los seres humanos formulamos los principios de forma variable, sean eternos o invariables y las llaves de todo, no son mostradas con claridad.
El Pensamiento es el que caracteriza al ser humano. Este se demuestra por la palabra y su existencia por el hecho de pensar.(Código Cartesiano).
Instinto. Un residuo, el que nos queda de animal. Va asociado a la conservación de la Vida, única e irrepetible.
Inteligencia. La facultad de razonar sobre las cosas. La capacidad de aprender, asociado a las aptitudes. Podemos ser muy inteligentes para algunas cosas y menos para otras.
Facultades Humanas, Principalmente, creo que hay tres facultades. Estudiar, Trabajar i Estimar.

En algunas personas la piedra no se pule, se hace más tosca.

En fin...
maka
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El cuento del viejo sabio...

Notapor Enreda » 06 Jun 2012 00:50

"En una perdida aldea de un lejano país, existía un sabio al que todo el pueblo iba a preguntar sus dudas, presentar sus quejas y solicitar ayuda; aquellas humildes gentes habian vivido así toda su vida y estaban contentos con la existencia plácida y sencilla que llevaban: No obstante, una sombra se cernía siempre sobre ellos, el inexorable tiempo que amenazaba día a día con arrabatarles al viejo sabio, aquel que durante años, había sido y se había convertido en el catalizador y solucionador de los problemas del pueblo.

Acuciados por esta preocupación, se reunieron en concejo abierto y despues de acaloradas discusiones y largas meditacíones llegaron a una conclusión: que había que enviar a los dos más despiertos jovenes de la aldea a la gran ciudad, para que se formaran como sabios, en aquellos edificios tan bonitos y suntuosos, para que llegado el momento, pudieran contar con alguien que siguiera aconsejándolos y ayudándolos, como habia sido toda la vida, antes de que el viejo sabio faltara y los dejara huérfanos de su sabiduría.

Una vez tomada la decisión, cada uno aportó aquello que pudo extraer de su pobreza y enviaron a aquellos dos jóvenes, galanes y despiertos a la gran ciudad, a que se convirtieran en "sabios oficiales" y así ya no tener que temer la inexorable pérdida del sabio, que, como es ley de vida, en algún fatal momento tendría que producirse.

Pasaron varios años y aquellos imberbes jóvenes, regresaron contentos y felices a la aldea, en sus bolsas acarreaban muchos libros, en su mirada mucha ilusión y en su cabeza, toda la sapiencia que aquellos ilustres doctores de la gran ciudad habian sido capaces de transmitirles a lo largo de todos esos años; tambien traían con ellos el orgullo y la vanidad y, como no, el convencimiento de que con aquellas enseñanzas recibidas, ya nada en el mundo escaparía a su entendimiento y raziocinio, pudiendo devolver al pueblo, aquello que les habia entregado hacía ya años.

No obstante, pasaban los días, las semanas y los meses y aquellos jóvenes languidecían en el cuarto que habian habilitado como consulta y en cuyas paredes, exhibían orgullosos los titulos que demostraban la oficialidad de sus conocimientos. Las gentes de la aldea seguian subiendo aquella empinada colina al final de la cual moraba el viejo sabio, como un baluarte desde el que poder contemplar la vida y descifrar todos sus misterios y encantos, con el fin de poder seguir consultándole todos sus afanes y preocupaciones, con el fin de que él, siempre atento y lógico, les devolviera la paz o les apartara las dudas de sus vidas.

Preocupados por ello, los dos jovenes, los dos sabios oficiales, sentados una tarde en la habitación que les servía de consulta, decidieron que debían tomar una decisión al respecto, hacer algo que los sacara de aquel ostracismo que convertía en inútiles aquellos años de esfuerzo y privación en la gran ciudad. Allí, entre libros y titulos, hablaron:

¡Pobres ignorantes!, decían, ¿acaso no se dan cuenta de que nosotros, quienes con todos los conocimientos que hemos recibido de los verdaderos sabios, quienes con nuestro estudio de años, somos quienes de verdad conocemos los grandes misterios de la vida, mientras que ese pobre viejo, allí en su colina, jamás ha salido de la aldea?, pensemos pues la forma de poder demostrar a estos incultos quienes son aquí los verdaderos sabios.

Pasaron las horas, cayó la noche sobre la aldea y ya cuando los candiles estaban a punto de extinguirse, despues de una larga noche de acaloradas discusiones y numerosos pensamientos, uno de ellos dijo:

¡Ya está!, ya sé lo que debemos hacer; habla pués, le espetó el otro. Mira, dijo el primero, convocaremos a toda la aldea para que nos acompañe mañana por la tarde a la casa del viejo sabio, y allí, delante de todos, le haremos una pregunta que él no sea capaz de acertar, así el pueblo entero se dará cuenta de que el viejo no es tan sabio y a partir de entonces seremos nosotros los que resolveremos dudas y problemas en esta aldea.

¿Pero que pregunta haremos?, inquirió su compañero.

Muy sencillo, le respondió éste: yo llevaré en una mano un pájaro y tú le preguntarás como está el pájaro en mi mano, si vivo o muerto. Si el viejo dice que el pájaro está vivo, yo apretaré mi mano con fuerza durante un pequeño instante y cuando la abra el pájaro estará muerto; si por el contrario dijera que el pájaro está muerto, yo abriré mi mano, para que todo el mundo vea como se va volando, demostrando la equivocación e ignorancia del viejo. Despues de tal error, ya nunca nadie confiará en él.

Tras celebrar con risas y algunos vasos de vino su extremado ingenio, fueron a sus jergones a buscar el reparador descanso, no sin antes repetirse una y mil veces que mañana iba a ser el primer día del resto de sus vidas.

Llegado el nuevo día, tal como habian urdido la anterior noche, hicieron correr la voz por toda la aldea de que esa tarde irían a consultarle al viejo sabio una duda que tenían; las gentes del pueblo se alborotaron, pensando en que podrían necesitar saber aquellos que habian estudiado en la gran ciudad y que estaban llamados a ser el día de mañana los sabios del pueblo, los encargados de velar por la tranquilidad de espiritu de aquellas humildes gentes.

Por la tarde, cuando ya el sol empezaba a demostrar su cansancio, los jóvenes emprendieron la subida por la colina, dirigiéndose a la cabaña del viejo; detras de ellos, todos los habitantes de la aldea, entre murmullos los seguian, sin dejar de preguntarse cual podría ser aquella importante cuestión.

El viejo, sentado cmo de costumbre en el zaguán de su cabaña y con la mirada, limpia a pesar de los años, perdida en ese infinito que dominaba desde sus altura, vio acercarse al gentío, lo que no produjo en él ningún sentimiento de ningún tipo, pues sabio como era, sabía que la vida seguia siempre un curso determinado y que de poco valía intentar oponerse al mismo, así que levantandose con lentitud y parsimonia, se llegó hasta el borde del zaguán y allí espero con paciencia y sin prisas la llegada de toda aquella muchedumbre.

Cuando todos hubieron llegado a la casa, les preguntó el viejo: decidme, ¿que quereis de este pobre hombre que venís todo el pueblo?.

Se adelantó el más osado de los jóvenes, y con la voz alzada, para ser escuchado por todos le espetó: ¿tú, que tan sabio eres, imagino no tendrás problema en contestarnos a una pregunta?. Claro que no, contesto con la humildad en él acostumbrada el viejo, hacedla pués.

Tú, que tanto sabes, ¿nos dirás como está el pajaro que en su mano tiene mi compañero?.

Se hizo un espectral silencio, la gente, de forma casi imperceptible se fue apartando, retirando, pues nunca hubieran esperado tal pregunta, y el viejo, allí de pié, tranquilo y acariciando su blanca barba, se tomo un breve lapso de tiempo antes de contestar:

"PUES EN VUESTRAS MANOS ESTA, EL PAJARO ESTARÁ COMO VOSOTROS DESEEIS."

La gente del pueblo rió alborozada al comprobar una vez más la sabiduría del viejo, pero sobre todo contenta de ver que siempre habian estado en buenas manos. Los jovenes regresaron cabizbajos a la aldea, mientras el resto de la gente quedó allí con el sabio, festejando con gran júbilo la demostración de su sabiduría.

Los jovenes, aprendieron la lección y perdieron su orgullo, siguieron estudiando y formándose, iban diariamente a la casa del viejo a que este les fuera transmitiendo su sabiduría, aquella que no se encontraba en los libros y, con el pasar de los años y ya con el viejo disfrutando de su bien merecido descanso, después de toda una vida dedicada a la comunidad, se encargaron de ser los sabios del pueblo, solucionando problemas y aclarando dudas, como toda su vida hiciera el viejo sabio."


Miro a mi alrededor, y contemplo mis títulos, mis libros. Toda la sabiduría que he sido capaz de atrapar en esta vida que me corresponde ahora se encuentra en esta casa, y en la otra, y repaso en mi mente todos los conocimientos que los libros y las gentes me hicieron llegar. Y no me siento como los aldeanos, ni como los aprendices de sabios, sino como el pájaro en manos de alguien invisible que determinará mi destino... Si tuviese que acudir al sabio me sentiría aún más perdida, no creo que existan colinas que subir ni sabios que aguarden visitas para contestar todo aquello que somos incapaces de responder. Si tuviese que irme a la ciudad de la sabiduría no la encontraría, se perdió por exceso de pesonal. Todo el mundo sabe de todo, y los sabios acabaron derrotados, sin nadie que les escuchara porque los vanidosos dejaron sorda a la humanidad. Pero me niego a sentarme con el viejo que llora en un banco a la entrada del terreiro, sería como aceptar que no merezco sus lágrimas porque soy mejor que aquellos por los que llora. Me pregunto quién llorará por ese viejo si no soy yo. Así que ante la disyuntiva de ser un pájaro a merced de la mano que lo sostiene, una sabia a la que nadie quiere escuchar, los malos por los que el viejo llora, o aquella que llora por el viejo, me pido ser ésta última, así al menos, tarde o temprano, alguien se me acercará a preguntar por mis lágrimas y podré contarles la historia de un sabio, un pájaro, un viejo, y un curioso, que, sin duda, acabará llorando por mí.

Sonrío ante la perspectiva y entonces, presta a comenzar un sollozo inicial, me pregunto...


Y tú, pájaro, sabia, caminante y/o curiosa, dime, qué te preguntas tú?
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Re: Preguntas en el caos...

Notapor Tu_Luz » 06 Jun 2012 15:25

...............Muy sabio Enreda....... :D

Tu Luz
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El TODO es Mente; el universo es mental.»

Notapor maka » 08 Jun 2012 19:15

De el libro "El Kybalion"

El TODO es Mente; el universo es mental.»
Este principio encierra la verdad de que «todo es mente». Explica que el TODO, que es la realidad sustancial que se oculta detrás de todas las manifestaciones y apariencias que conocemos bajo los nombres de «universo material», «fenómenos de la vida», «materia», «energía», etc., y en una palabra, todo cuanto es sensible a nuestros sentidos materiales, es espíritu, quien en sí mismo es incognoscible e indefinible, pero que puede ser considerado
como una mente infinita, universal y viviente.

Explica también que todo el mundo fenomenal o universo es una creación mental del TODO en cuya mente vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser. Este principio,al establecer la naturaleza mental del universo, explica fácilmente los varios fenómenos mentales y psíquicos que tanto han preocupado la atención
del público, y que sin tal explicación no son comprensibles y desafían toda hipótesis científica. La comprensión de este principio hermético de mentalismo habilita al individuo a realizar y conocer la ley que rige el universo mental, aplicándola a su bienestar y desarrollo.

El estudiante de la Filosofía Hermética puede emplear conscientemente las grandes leyes mentales, en vez de usarlas por casualidad o ser usado por ellas.

Con la clave maestra en su poder, el discípulo puede abrir las puertas del templo del conocimiento mental y psíquico y entrar en el mismo, libre e inteligentemente.

Este principio explica la verdadera naturaleza de la energía, de la fuerza y de la materia, y el cómo y el porqué todas estas están subordinadas al dominio de la mente. Uno de los antiguos Maestros escribió largo tiempo
ha:

«El que comprenda la verdad de que el universo es mental, está muy avanzado en el sendero de la maestría». Y estas palabras son tan verdad hoy en día como lo eran cuando fueron escritas. Sin esta clave maestra la maestría es imposible, y el estudiante que no la posea, en vano llamará a la puerta del Templo.

En fin... ¿qué te preguntas tú?

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Re: Preguntas en el caos...

Notapor Enreda » 09 Jun 2012 11:27

Hoy me he trasladado con esa mente que lo domina todo a mi universo particular, un rinconcito aislado y mágico donde puedo recrearme en las imágenes que mi interior diseña, mientras me siento aquí a pensar. Las hadas, duendes y demás habitantes de mi reino corretean por verdes llanos, entre los árboles, mientras el unicornio que conseguí reconstruir lleva en su lomo a una chiquilla sospechosamente parecida a mí hace años, y un águila sobrevuela incansable todo el lugar, hasta donde mi vista alcanza. La pequeña catarata de mi izquierda me arrulla con su perfecto sonido, y un columpio me espera meciéndose suavemente, invitándome a viajar en él.

Echando un último vistazo a mi entorno, y deseando acabar para darme un baño en ese lago de aguamarina casi perfecta, para después secarme al viento mientras me dejo mecer por mi compañero de madera y firme soga, me concentro en mentes, universos, materias y principios sostenidos por filósofos y estudiantes de lo intangible. Y me pierdo, lo asumo. Reconozco lo cierto de lo que leo, pero mi entorno me impide llegar más allá. En ocasiones todo eso del universo y la mente me llevan al mío, a la mía, y allí me acurruco sin muchas ganas de nada más. Pero nobleza obliga y me vuelvo a concentrar en todo lo leído y me sonrío, nadie podrá llamarme loca en función de este principio, si se descubriera mi pequeño universo, porque según leo investigando por ahí, "La energía mente se manifiesta en una escala infinita de vibraciones, de lo más denso a lo más sutil, conformando así los diversos materiales y elementos del universo. Desde el punto de vista del que piensa, lo pensado es fantasía, ilusión, pero cada cosa tiene entidad real dentro de su escala vibratoria. La materia nace del pensamiento. El hombre también crea a través de su mente. La energía del pensamiento humano es capaz de crear la materia cuando alcanza la suficiente densidad vibratoria."

Según esta corriente filosófica, si me concentro lo suficiente, podré hacer real, tangible, visible, mi pequeño universo onírico donde me refugio cuando quiero alejarme de la realidad creada por mentes que desde luego en poco o nada tienen que ver conmigo. Y me cuestiono por qué hay mentes que quieran la realidad que nos rodea, en lugar de un universo mejor. Y me cuestiono qué fuerza tendrá esa mente para hacernos ver a todos esa realidad. Y empiezo a imaginar cómo derrotarlo. y entonces sí, ya metida en todo este asunto de lleno, concentrada y con todos mis sentidos alerta, me pregunto...

Y tú, que buceas en el pensamiento humano más allá de lo que es visible y tangible, tú que seguramente imagines otros universos y que buscas la fuerza para traerlos a este plano de realidad... qué te preguntas tú?
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Todo es doble... todo tiene dos polos

Notapor maka » 09 Jun 2012 11:53

De el Kybalyon.

El principio de polaridad
«Todo es doble, todo tiene dos polos; todo, su par de opuestos: los
semejantes y los antagónicos son lo mismo; los opuestos son idénticos
en naturaleza, pero diferentes en grado; los extremos se tocan; todas
las verdades son medias verdades, todas las paradojas pueden reconciliarse.

El Kybalion.
Este principio encierra la verdad de que todo es dual; todo tiene dos polos;
todo su par de opuestos, afirmaciones que son de otros tantos axiomas herméticos.

Explica y dilucida las antiguas paradojas que han dejado perplejos a tantísimos investigadores, y que literalmente decían: «La tesis y la antítesis son idénticas en naturaleza, difiriendo sólo en grado»; «los opuestos son idénticos en realidad diferenciándose en su gradación»; «los pares de opuestos pueden conciliarse, los extremos se tocan»; «todo es y no es al mismo tiempo», «toda verdad no es sino media verdad»; «toda verdad es medio falsa», etc.

Este principio explica que en cada cosa hay dos polos, dos aspectos, y que los «opuestos» no son, en realidad, sino los dos extremos de la misma cosa, consistiendo la diferencia, simplemente, en diversos grados entre ambos. El calor y el frío, aunque opuestos, son realmente la misma cosa, consistiendo la diferencia, simplemente, en diversos grados de aquella.

Mirad un termómetro y tratad de averiguar donde empieza el calor y donde termina el frío. No hay nada que sea calor absoluto en realidad, indicando simplemente ambos términos, frío y calor, diversos grados de la misma cosa, y que ésta se manifiesta en esos opuestos no es más que los polos de eso que se llama Calor, o sea la manifestación del principio de polaridad que nos ocupa.

El mismo principio se manifiesta en la «luz» y la «obscuridad», las que, en resumen, no son sino la misma cosa, siendo ocasionada la diferencia por la diversidad de grado entre los dos polos del fenómeno.

¿Dónde termina la obscuridad y dónde empieza la luz? ¿Cuál es la
diferencia entre grande y pequeño? ¿Cuál entre duro y blando? ¿Cuál entre
blanco y negro? ¿Cuál entre alto y bajo? ¿Cuál entre positivo y negativo?

El principio de polaridad explica esta paradoja. El mismo principio opera de idéntica manera en el plano mental. Tomemos, por ejemplo, el amor y el odio, dos estados mentales completamente distintos aparentemente, y notaremos que hay muchos grados entre ambos; tantos, que las palabras que nosotros usamos para designarlos, «agradable» y «desagradable», se esfuman una en la otra, hasta tal punto que muchas veces somos incapaces de afirmar si una cosa nos causa placer o disgusto. Todas no son más que gradaciones de una misma cosa, como lo comprenderéis claramente por poco que meditéis sobre ello. Y aun más que esto, es posible cambiar o transmutar las vibraciones de odio por vibraciones de amor, en la propia mente y en la mente de los demás, lo que es considerado como lo más importante por los hermetistas.

Muchos de los que leéis estas páginas habréis tenido experiencias en vosotros mismos y en los demás de la rápida e involuntaria transición del amor en odio y recíprocamente.

Y ahora podemos comprender la posibilidad de efectuar esto por medio del poder de la voluntad, de acuerdo con las fórmulas herméticas. El «Bien» y el «Mal» no son sino los polos de una misma y sola cosa, y el hermetista comprende y conoce perfectamente el arte de transmutar el mal en el bien aplicando inteligentemente el principio de polaridad.

En una palabra, el «arte de polarizar» se convierte en una fase de la alquimia mental, conocida y practicada por los antiguos y modernos Maestros herméticos. La perfecta comprensión de este principio capacita para cambiar la propia polaridad, así como la de los demás, si uno se toma el tiempo y estudia lo necesario para dominar este arte.

Y ... que me dices ahora?... En fin...

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Re: Preguntas en el caos...

Notapor Enreda » 09 Jun 2012 14:23

Salgo de mi ensoñación tras tu llamada y me presento con mi mejor traje y la mejor versión de mí misma para elucubrar sobre los polos opuestos, los contrastes, les llamo yo, mientras silbo al unicornio para que se aleje no vaya a ser que se encuentre con el suyo y se me asuste.

Coincido con el principio de polaridad y traigo un cuentito en el que he pensado...

"Se hallaban dos maestros de la música en una sala, paredes blancas, dos sillas.
Uno entra alborotado, con ojeras, sin arreglarse, es el maestro del rock según los jóvenes, es Charly García; el otro, su contraparte, un hombre alto, con canas, peinado a la gomina, solo reconocido por los amantes de la música clásica, Pablo Kings, el mayor director de orquesta en la Argentina.
Se miran con desprecio y maldad, desconociendo que tienen más similitudes que diferencias, los dos son buenos músicos, los dos tienen un temperamento parecido; pero no viene al caso, solo se odian por qué no se conocen. Uno abre la boca, se queda callado unos segundos y dice:

-Hipócrita.

El otro, con una mirada serena se levanta y se va.

Y así es como dos polos opuestos, contradiciendo a la ciencia, no se atraen
."



Discrepo en las formas, pero dos extremos opuestos sólo podrían tocarse en un mundo de esferas y círculos. En un plano lineal, las distancias se hacen más grandes cuantos más grados les separen. Quisiera tener la capacidad de los forzudos, que doblan cualquier barra por mucha resistencia que les presenten, pero desde mi fragilidad me declaro incapaz de acercar opuestos y prefiero contemplarlos desde la distancia.

Concluyo que los polos opuestos, más que atraerse, se distraen, y ante la inquietid que me provoca la certeza de que mi opuesta es sólo una versión de mí misma, la mala, la peor, básándome en que yo soy la buena, faltaría más, hago una llamada a mi unicornio para que me recoja, y me alejo cabalgando ligera mientras me pregunto...

Dime, tú que seguro has conocido a tu opuesta, y seguramente te hayas tomado un café civilizadamente con ella... qué te preguntas tú?
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