Las personas necesitamos del sentido y cuando nos falta nos desorientamos.
Precisamos de la primavera, el amor, el arte, y varios otros vínculos que dispensen y den significado a nuestra vida, aunque se oculten y otras se asomen a ella.
La primavera inicia su entrada en nuestra tierra entre el 19 y 21 de marzo, cuando el sol atraviesa el punto de Aries, corte de la eclíptica y el ecuador celeste, consiguiendo activar en nosotros distintas actitudes a las de cada día, digamos, más cambiantes, por ejemplo, la energía poderosa del sexo.
Amar que palabra más bella y obra a terminar revolucionando nuestro ser, si estamos flotando,qué difícil es pisar tierra firme. El fingido color del breve infinito del tiempo se transforma en un polvo de cenizas o se escucha voces de desaliento, vuelve la noche y el cielo amparado de sombras recoge mis gritos delante de las estrellas que nos regalan sus rayos de luz azul y busco entre ellas la mía, la que guiará mis pasos hacia la felicidad.
Mi mirada se queda fija en la palabra que acabo de escribir, mi lápiz no responde y mis suspiros no cesan de llamarte. Felicidad ¿ existes?.
En esta tierra a la que tan mal hemos tratado, se mueren los árboles, las plantas, los peces, se mueren las aves. España es el santuario del caos, cada año existen menos pájaros cantando al lado del universo y las florecillas explayándose en la pradera, los culantrillos que se forman al lado de los grandes ríos, son hechos palpables y reales están tan contaminados, que su existencia es incierta. Cada año al nacer la primavera, vemos que nuestro pequeño mundo puede quedar sin vida. Y nosotros culpables por permitirlo, no queremos verlo.
La vida en mi pequeño mundo, lo que se dice vida se queda sin ella, ¿soy radical? ¿va a cambiar mi existencia?. ¿ Fue Platón el que dijo, que para los humanos la divinidad está en el desorden, entonces, reprimir el caos es reprimir la divinidad?. ¿De Platón?. No se, desvarío, como siempre.
maka